CERAMICA
Cerámica no glaseada: Son todas las no glaseadas y no
decoradas. Todas son pastas arcillosas, Objetos utilitarios – barreños, vasijas, marmitas, aguamaniles, lámparas,
pocillos de noria, etc. Son las más
comunes. Son utilizadas muchas decoraciones. Estos objetos no glaceados, cuando
la decoración se hace con cuidado, no faltan ni de belleza ni de humor. Las
vasijas, más o menos grandes, realizadas con arcillas de aluvión del Tigris y
el Éufrates, ofrecen decoraciones múltiples, dónde son todavía perceptibles las
influencias antiguas. La cerámica no glaceada sigue utilizándose hasta nuestros
días para objetos utilitarios, como las alcarrazas y las vasijas de
almacenamiento. Pero con el desarrollo de las técnicas de vidriado, las piezas
elegantes y refinadas desaparecieron. La cerámica no
se utilizó en el Islam para fines religiosos hasta el siglo XIII o XIV, cuando
se extendió la producción de azulejos para decorar las mezquitas. Los azulejos
se decoraron a menudo con escritura árabe; se utilizaron la angular cúfica y la
cursiva neskhi, aunque a menudo se desarrollaron como simples motivos
decorativos, más que como inscripciones.
METAL
El metal se utilizaba
para sus monedas y de decoración en sus templos.
VIDRIO
Los artistas musulmanes
trabajaron el vidrio utilizando primero las técnicas empleadas en Egipto y en
el Irán Sasánida y, posteriormente, desarrollando otras nuevas como en el caso
de los fatimíes, que produjeron vidrio tallado, vidrio brillante pintado y
vidrio estampado. En este periodo se realizaron también un pequeño número de
vasijas talladas en cristal de roca. En Siria destaca el vidrio esmaltado del
siglo XII, principalmente sus copas y lámparas de belleza insuperable. Los
sirios mantuvieron su maestría en el arte del vidrio en el último periodo, al
que pertenecen las conocidas lámparas de mezquita cónicas y esmaltadas.
ARTES DE TEXTIL
Los pueblos
musulmanes han atribuido una importancia primordial a las artes del textil, no
sólo por su función práctica en la vestimenta y el mobiliario de cada día, sino
también como representación del lujo y el esplendor. Acorde con la tradición
semítica y con el ejemplo del Profeta, el hombre debe llevar prendas largas y
amplias. Vestidos, abrigos, turbantes y mantones les otorgan un carácter más
imponente y solemne, y los coloca definitivamente por encima de todos los seres
de la Creación. Este esplendor no podía sino llegar hasta la esfera religiosa.
Es bien sabido el simbolismo que tienen las alfombras de oración, que presentan
pequeños mihrabs
como los de las mezquitas, delimitando así espacios propicios para la devoción.
También tiene su simbolismo la kiswa,
es decir, el manto bordado con frases religiosas que cubre la kaaba como si se tratase
de un traje de ceremonia. Los talleres del califa fabrican efectivamente cada
año esta lujosa pieza de tejido de 700 m2 para el santuario de La
Meca. Los términos no siempre ayudan a identificar las técnicas empleadas, pero
demuestran la importancia que tenía el arte del textil en la civilización
musulmana, que se suele definir como una civilización del textil.
Alfombras: Debido a la fuerza de su ornamentación, las alfombras
anudadas son uno de los emblemas del arte musulmán. Su fabricación es sencilla.
Una vez tensada la urdimbre, el tejedor introduce un listón que la separa en
dos capas de hilos. Cada una de la alfombras representa alguna historia o algún
emblema de los musulmanes.
Bordados: esta labor consiste en una aplicación a la aguja
sobre un tejido previamente confeccionado que se tensa con ayuda de un bastidor
o de un marco inclinado. El hilo de bordar puede ser de algodón, lana, seda,
oro o plata. También se utilizan perlas y piedrerías.
MADERA
La madera es un material
orgánico, de origen vegetal, presente en la vida del hombre desde sus orígenes.
Es uno de los elementos de construcción más antiguos, pero también, cuando hay
producción de frutas, una fuente de alimentación importante. La madera y el
carbón vegetal son unos combustibles, una fuente de energía calorífica cuya
utilización puede ir más allá del ámbito domestico: son entonces uno de los
eslabones esenciales de la cadena de producción de la mayoría de actividades
artesanales y de técnicas que han ocupado al hombre (el trabajo del metal, la
cerámica, el vidrio, etc.). En las construcciones de cada palacio se ha
utilizado madera en la mayoría de las civilizaciones del mediterráneo se
utilizo madera para crear sus templos, viviendas, etc.
LOS ARTES DEL LIBRO
El arte del libro
concierne a todas las etapas de la elaboración de un libro: visto desde fuera,
el códice se presenta en un principio como un conjunto de cuadernos cosidos,
recubiertos por una encuadernación que suele llevar una solapa. Las hojas,
soporte de la escritura, son en un principio de pergamino, antes de ser
reemplazadas progresivamente por el papel; el copista ejecuta su trabajo sobre
este soporte, luego enriquecido por los adornistas. El libro o códice es una
maravillosa herramienta de transmisión del saber; constituye también un objeto
digno de estudio. Esta disciplina se interesa tanto a una simple copia de un
libro de recetas, como a la copia, suntuosamente decorada, de un Corán por
ejemplo. La importancia de este libro es grandemente sorprendente para
cualquiera.
YESO
Si tuviéramos que
asociar un material a la cultura musulmana, sin ninguna duda sería el estuco.
En la historia contemporánea, el yeso se ha considerado como el pariente pobre
de los materiales, probablemente por su falta de aplicaciones en obra gruesa, su
manejo fácil y el trabajo poco complejo que requiere para transformarlo a
partir de la roca mineral. Pero fue toda la destreza humana, especialmente la
de los artesanos musulmanes, la que permitió realizar y legarnos innumerables
construcciones decoradas con motivos de estuco. Todavía hoy, la cultura
musulmana sigue concibiendo y creando nuevos motivos que sólo el futuro
permitirá cualificar como obras de arte. Las condiciones climáticas presentes
en el Mediterráneo durante el mioceno (muy calientes y áridas) favorecieron
ampliamente el afloramiento de minerales evaporíticos como el yeso. Este
material de base, siendo así accesible, iba a utilizarlo el hombre como
material de construcción y decoración, convirtiéndose en un recurso ampliamente
usado por las culturas del actual contorno mediterráneo. El yeso se uso en los
monumentos que los musulmanes construían, servía también como decoración.
PINTURA
El mosaico es
principalmente un arte de los primeros siglos del Islam. Los primeros califas
utilizaron esta técnica decorativa proveniente del mundo clásico y ya bien
presente en las tradiciones artísticas locales. Del mosaico islámico sólo se
abordarán las técnicas de opus
sectile y tesselatum,
a excepción de los zelliges de África del Norte, que se asemejan todavía más a
la cerámica.
Mosaico de suelo: Es la
forma más antigua. Sabemos que las iglesias bizantinas de uso en la época omeya
poseían mosaicos de suelo. Estos últimos, en el mundo musulmán, se limitan a
edificios civiles. También los castillos el máximo ejemplo de arquitectura en
esa época.
Mosaicos Parietales:
Este mosaico tenía que ver con lo religioso. Representaba las mezquitas de los
musulmanes.
Los mosaicos de teselas,
ya sean de suelo o murales, provienen de una tradición antigua grecorromana que
conoció un destino particular en el seno del mundo musulmán.
EL MOSAICO
El mosaico es la técnica que mejor
demuestra que el Islam fue deudor de sus precedentes, pues ni en los temas ni
en la ejecución hubo novedades, los artistas eran casi siempre cristianos,
contratados a petición del califa y como favor del emperador bizantino. La
utilidad y la belleza van parejas en este arte, son los dos aspectos
inseparables de la perfección entendiéndola como una virtud. En el mundo
islámico, esto supuso la base moral y espiritual, de las artes. La artesanía del mosaico tiene dos aspectos que lo predispone
hacia una realización espiritual. Destacan los mosaicos de la mezquita de la Roca
de Jerusalén y la gran mezquita Ummayad en Damasco. El ejemplo más antiguo es
el de la Qubbat al Sajra y el más moderno el mihrab de la Aljama de Córdoba.
ESMALTE
La labor del esmaltador está tan estrechamente relacionada a la del orfebre que la mayoría de las obras esmaltadas de Occidente, en la Edad Media, son igualmente piezas de orfebrería. Se emplean varias técnicas de esmaltado, a menudo de forma paralela y algunas veces incluso asociadas en un mismo objeto.
La labor del esmaltador está tan estrechamente relacionada a la del orfebre que la mayoría de las obras esmaltadas de Occidente, en la Edad Media, son igualmente piezas de orfebrería. Se emplean varias técnicas de esmaltado, a menudo de forma paralela y algunas veces incluso asociadas en un mismo objeto.
LA MAQUETERIA
La técnica de la
marquetería se designa el chapeado ó incrustación de finas láminas de maderas
preciosas, de marfil o de hueso, de nácar o de conchas recubriendo un cuerpo de
madera. Esta asociación de redes geométricas complejas, construidas en torno a
polígonos con forma de estrella y de un rico trabajo de incrustaciones,
encontrará su plenitud en el periodo mameluco, en el decorado de grandes
fundaciones piadosas, tales como las puertas de la mezquita al-Maridani en el
Cairo (dos se conservan en el museo del Louvre). En un estilo más miniaturista
se realizan elementos de mobiliario, como el kursi
y la caja del Corán en madera incrustada de marfil, de hueso, y de maderas
preciosas, procedentes del complejo de Umm al-Sultan Sha’ban (hacia 1369). Los
turcos otomanos tomaron probablemente de los Mamelucos el arte de la
marquetería, desde entonces reservada a los elementos de mobiliario. La
marquetería de madera se trasmitió de Oriente a Italia, donde recibirá el
nombre de intarsia una
de las mas importantes.
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