El
arte ha existido siempre ya que es una necesidad social. Por medio del arte el
ser humano se expresa de muchas maneras. Existieron muchas etapas
históricas las cuales aportaron algo
nuevo sobre el arte.
En las primeras manifestaciones
artísticas se distinguen tres etapas:
- Etapa mágica. En los oscuros
tiempos de la prehistoria, una etapa épica por excelencia, el ser humano lucha
por la supervivencia en el nomadismo y el desarrollo de los clanes.
Personas, animales y astros forman
una unidad que vincula todo lo existente.
La producción artística busca
plasmar en imágenes y símbolos las fuerzas anímicas de los que depende la
supervivencia del ser humano.
- Etapa religiosa. Coincide con el
inicio de los primeros imperios agrarios donde los reyes y los dioses
sustituyen a la magia.
En Mesopotamia el arte es la
expresión de un poder político que busca mostrar su fuerza a través de palacios
y relieves que exaltan las gestas del monarca.
En Egipto el arte está más vinculado
a la religión y a la otra vida, donde el Faraón es un dios viviente.
Los dioses se identifican con las
fuerzas sobrenaturales fuera del control humano (Toros alados protectores de
las ciudades mesopotámicas, dioses en formas animalísticas o hibridas en
Egipto). Seres imaginarios dotados de vida.
- Etapa pre-antropocéntrica. En el
Mediterráneo oriental, en Creta y Micenas, se desarrolla una economía basada en
el comercio marítimo que da lugar a una religión y a un sistema de gobierno
menos opresivo que el de los grandes imperios.
Su arte es más amable, colorista y
alegre. Sus frescos pierden la función ritual y en cambio tiende a buscar el
ritmo y la belleza.
Una arquitectura orgánica articulada
en torno a patios permite una interrelación entre espacio interior y exterior.
Su espíritu impregna el arte clásico posterior.
El Mediterráneo se convierte en el
crisol de la civilización clásica. El hombre se hace consciente de su propio
valor y de su individualidad frente a la naturaleza.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario